lunes, 28 de enero de 2008

Antonini Wilson, Por Jaime Bayly

Jaime Bayly escribe hoy una columna en el diario Correo de Perú donde revela cuando conoció a Antonini en Miami en el 2002 y como “el hombre de la valija” le dijo que estaba conspirando contra Hugo Chávez. Un relato al estilo “Bayly”.

Eran los primeros días del 2002, invierno en Key Biscayne, si podemos llamar invierno a unos días espléndidos, a pleno sol.
Yo vivía en una casa en la calle Caribbean, una casa amarilla, de un piso, una de las más antiguas de la isla. Estaba obsesionado con escribir una novela que titulé El huracán lleva tu nombre. Me pasaba la noche escribiendo, escuchando los maullidos de los gatos y los chispazos de las regaderas que se encendían automáticamente. Cuando me daba hambre, subía a la bicicleta y pedaleaba hasta el Seven Eleven..

Una noche, bajando de la bicicleta en el Seven Eleven, un hombre alto y obeso me dijo:-¿Qué ha sido de tu vida, que ya no te veo en televisión?

Le conté que me había retirado de la televisión de Miami, dado que mi último programa había sido cancelado, los ejecutivos de esa cadena acusándome de ser “demasiado intelectual y marica para los mexicanos de California”.

El hombre apretó un botón que desactivó la alarma de su Mercedes del año, deportivo, color gris. Sentí que, al apretar ese botón, había experimentado una alegría rotunda, definitiva, una forma de alegría que siempre me sería esquiva.

Para mi sorpresa, me preguntó dónde vivía.

-En Caribbean road, cerca del Sonesta -le dije.-Yo tengo un hotel al lado del Sonesta -me dijo.

-¿El Silver Sands? -pregunté.-Es mío -dijo.

-Hombre, te felicito -dije.-Te invito mañana para que veas unas cabañas frente al mar que te pueden interesar -me dijo.

Sacó su billetera y me dio su tarjeta.

-Llámame -me dijo-. Tienes que ver las cabañas frente al mar. Son del carajo. Enrique Iglesias viene de vez en cuando con sus amigas.

Luego subió a su auto. Miré la tarjeta. Decía: Guido Antonini Wilson.

Al día siguiente, lo llamé. No tenía ganas de verlo, pero me intrigaba conocer las cabañas en las que Enrique Iglesias hacía travesuras. Lo traté de Guido, un nombre extraño en cualquier caso. Me dijo que pasaría a buscarme al final de la tarde.

El señor Antonini vino a buscarme en un auto distinto del que había usado la noche anterior. Era un Mercedes grande, cuatro puertas, azul oscuro. Al subir, sentí ese olor a nuevo que conservan los autos recién salidos del concesionario.

Llegando al hotel, me condujo a su oficina. Se sentó en un escritorio y me dijo que ese hotel era de su mujer, de la familia de su mujer, pero que él lo administraba como si fuera suyo y yo era bienvenido cuando quisiera. No me quedó claro (esas cosas nunca quedan claras) si me estaba diciendo que no me cobraría en caso de que me quedase en su hotel.
Poco después caminamos hasta las cabañas con vista al mar. Quedé horrorizado con la decoración.

-Son perfectas para escribir -mentí.

Antes de irnos, le pregunté cuál era la cabaña en la que Enrique se escondía con sus amigas. Me llevó a la cabaña africana, atigrada, con pieles de animales y colmillos de elefantes, y dijo, señalando la cama:-Aquí ha culeado Enrique Iglesias.

Luego añadió:-Cuando quieras, puedes venir.-Muchas gracias -dije.-Para mí será un honor recibirte -dijo.

No quedó claro si el honor al que aludía me exoneraba de pagar por la cabaña.

Al subir a su auto, pensé que me llevaría a casa. Me equivoqué. Guido me dijo que su mujer estaba ansiosa por conocerme. No me preguntó si yo sentía ansias recíprocas.

Vivía en un departamento del Grand Bay, con todos los lujos previsibles. Recorrimos medio departamento sin que su mujer diese señales de vida. Al pasar por la cocina, una empleada dijo que la señora estaba en la lavandería. En efecto, allí mismo estaba. La señora Jacqueline era agradable y distinguida, aunque no necesariamente guapa. Me saludó con afecto distante, como quien saluda a alguien que inspira, a la vez, curiosidad y temor.

-No me pierdo tus programas -me dijo.

No sentí que estuviera ansiosa por conocerme. Sentí que estaba ansiosa por seguir ordenando la ropa con la maniática minuciosidad de una millonaria aburrida.

Guido me llevó a su biblioteca. Digo que era una biblioteca porque así la llamó él, no porque hubiese libros. Se sentó en su escritorio, me ofreció un trago, le dije que no bebía alcohol, puso cara de espanto, me invitó agua mineral y se sirvió un whisky.

Por fin hablamos de política.

Me dijo que Chávez era una desgracia, que había instaurado un régimen autoritario y corrupto, que los amigotes de Chávez estaban haciéndose muy ricos, que no se podía hacer dinero a no ser que fueras socio del régimen. Me contó que era amigo de Carlos Andrés Pérez, que hablaban a menudo, que Carlos Andrés estaba en Santo Domingo, pero venía con frecuencia a Miami. Le dije que conocía a Carlos Andrés, que lo había entrevistado el año 97 o 98. Cogió el teléfono, llamó a Carlos Andrés y le dijo que estaba conmigo. Me dio sus saludos. Le dijo que cuando viniera a Miami, teníamos que juntarnos los tres “para hablar de política”. Hablaron de cosas que no entendí y cortó.

Mi amigo Guido se sirvió otro trago y me dijo:-Chávez no va a durar. Va a caer pronto. Lo vamos a tumbar.

Le dije que eso sería difícil, dado que los militares lo apoyaban y muchos de sus compañeros de promoción ocupaban puestos claves.-Acuérdate de mí -insistió-. A Chávez lo tumbamos. Va a terminar en la cárcel.

Pensé que estaba fanfarroneando, que quería hacer alarde de su poder y sus conexiones.
Poco después me llevó a la cochera del edificio y me mostró su colección de autos de lujo: Hummers, Ferraris, Lamborghinis, Mercedes.

-Cuando quieras, te presto uno de estos para que lleves a tus hijas a Orlando -me sorprendió.Yo le había contado que en pocos días llegarían mis hijas y nos iríamos a Disney.-Muchas gracias, pero no me animo -le dije.

-Anda en la Hummer -insistió.-¿Y si choco? -le dije.

-No pasa nada -dijo-. Todos están asegurados.-Pero el seguro no te cubre si yo manejo -dije.

-No vas a chocar -dijo-. Y si chocas, decimos que yo estaba manejando.

Tras esa exhibición de su riqueza, el señor Antonini me llevó a mi vieja casa amarilla, construida en 1953.-Llámame cuando lleguen tus hijas -me dijo.

Una semana después, mis hijas llegaron y les conté que había conocido a un extraño magnate venezolano que me había enseñado su colección de autos de lujo y me había ofrecido uno de ellos para irnos a Disney.-No voy a llamarlo -dije.-¡Estás loco! -me dijeron-. ¡Llámalo!

-¿Y si es un millonario tramposo perseguido por la justicia?-¡No importa! ¡Llámalo!

A pesar de mis temores, lo llamé. No contestó. Dejé un mensaje. No llamó de vuelta. Llamé dos o tres veces más. Dejé mensajes. No llamó.

Unos meses después, en abril, leí que le habían dado un golpe a Chávez. Me acordé de mi amigo Guido, de sus enfáticas palabras:-Chávez no va a durar. Lo vamos a tumbar.

Lo llamé para preguntarle qué estaba pasando en Caracas. No contestó.

No volví a verlo más, hasta una mañana, cinco años después, en que abrí un periódico en Buenos Aires y vi la foto de ese raro gordo bonachón, acusado de ser “el hombre de la valija”, el misterioso pasajero que llegó en un vuelo privado desde Caracas y quiso introducir ilegalmente un maletín con ochocientos mil dólares en efectivo.

Lo primero que pensé fue: Suerte que no me prestó su Hummer para ir a Disney.

Lo siguiente que me dije fue: ¿Pero este gordo no estaba conspirando contra Chávez?

Luego me imaginé a su esposa ordenando la ropa minuciosamente en la lavandería del apartamento de lujo, odiándolo en silencio.

Uno menos. Trinidad Condenado a 60 años.

Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda alias Simon Trinidad el más alto dirigente de las FARC detenido, ha sido condenado hoy a 60 años de prisión en EE.UU. por haber participado en “una conspiración para secuestrar” a los 3 estadounidenses que aún se encuentran en manos de las FARC.

La condena no admitirá ningún tipo de rebaja al ser considerado como un acto de terrorismo.
Simón Trinidad fue capturado en el 2005 en Ecuador y extraditado a Colombia desde donde fue entregado a los EE.UU. a principios del 2006.



El terrorista fue visitado en la carcel en Octubre pasado por la senadora colombiana Piedad Cordoba

sábado, 19 de enero de 2008

"Las elecciones del domingo en Cuba son una tomadura de pelo"

El opositor cubano Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), tildó hoy de “tomadura de pelo” y de “grave violación de la soberanía popular” las elecciones generales que tendrán lugar en la isla el próximo domingo.

El próximo domingo 8,4 millones de cubanos están convocados a renovar el Parlamento nacional y las asambleas provinciales en unos comicios en los que no se permiten partidos políticos, todos prohibidos en la isla -salvo el Comunista, al que pertenecen la gran mayoría de los candidatos-.

En un comunicado difundido hoy en La Habana, Payá considera que esa cita electoral supone un “daño a la dignidad de las personas y al derecho de nuestro pueblo a definir su vida y su futuro”, así como una “violación de la constitución”.

Payá indica que sólo pueden ser elegidos los candidatos propuestos por las Comisiones de Candidatura, al subrayar que “nominan órganos de gobierno y proponen sus organizaciones afines y no los ciudadanos ni el pueblo como tales”.

De acuerdo a la Comisión de Candidatura Nacional, el 46,2 por ciento de los candidatos nominados son delegados de base -elegidos en las circunscripciones municipales- y el resto son personalidades de la ciencia, la cultura, el deporte y dirigentes, propuestos por ese organismo compuesto por los organismos de masas.

El opositor, premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2002, afirma que el voto no es libre, y añade que muchos ciudadanos han recibido “visitas” y señalamientos por no haber votado en la anterior fase electoral y que estos días ha habido comisiones que visitan casa por casa para decirle a los ciudadanos que voten en la casilla del voto unido.
“No es nuevo este mecanismo de intimidación, y aunque la ley fuera inmejorable, la cultura del miedo instalada con todos los mecanismos represivos y opresivos (…) es una penosa tradición“, sostiene.

Con relación a la campaña desde organismo públicos para que la población vote por todos los candidatos que aparecen en la papeleta electoral mediante el “voto unido”, Payá afirma que “nunca antes se había realizado una campaña electoral tan intensa y desproporcionada y al mismo tiempo tan desleal”.

“Al parecer los que deciden sólo confían en los ciudadanos si estos no tienen la posibilidad de decidir libremente, pues los electores que apoyan a este gobierno ni siquiera pueden elegir entre varios candidatos a los que crean que representarían mejor la continuidad y eficacia de este sistema”, agrega.

Payá no pide a la población que no tome parte en las elecciones porque no tiene “la facultad ni la intención de decir a ningún cubano si debe votar o no”, aunque llama a los cubanos a que actúen “libremente, es decir movidos por sus propias conciencias, por amor a la Patria, a la libertad, a su prójimo y la dignidad de sus hijos”.

Las elecciones del domingo son el penúltimo peldaño de un proceso electoral que comenzó en octubre con los comicios municipales y finalizará con la instalación del nuevo parlamento cubano en el término de 45 días después de esa votación.

Vía Efe - Foto: AP

Hoy también se supo que Cuba había rechazado a los observadores internacionales.


viernes, 18 de enero de 2008


In Coherente. Reeleccion si, pero solo de Tabare.


Imperdible nota de La Republica. Saque el lector sus propias conclusiones.

En un fugaz y descontracturado diálogo que Mujica mantuvo con este diario al término de la reunión de ayer de la agrupación de gobierno, aclaró y paralelamente desautorizó lo publicado hace algunas semanas atrás en un semanario sobre el tema reelección presidencial.

Ofuscado ante la consulta de saber el motivo por el cual había cambiado de opinión con respecto a la reelección según lo publicado por el semanario, Mujica sentenció: "Yo nunca dije que Vázquez no debería ser reelecto" e inmediatamente disparó: "¿Por qué no se van a cagar con ese tema?". "Para mí - agregó Mujica- él (Tabaré Vázquez) es el mejor candidato que tenemos y no hay otro. Lo que pasa es que el hombre no quiere agarrar viaje y ya lo dijo".

"¿Por qué no hacen ustedes una comisión de prensa y lo tratan de convencer para que cambie de opinión? La verdad es que me tienen podrido con ese tema... ustedes, la prensa y todos los demás", agregó. En la entrevista publicada hace dos semanas atrás por el semanario Búsqueda, según ese medio Mujica dijo que "la reelección, por principios, habría que tirarla a la basura y definitivamente. El tipo que es una vez presidente, es conveniente que se vaya para la casa". Ese concepto no fue aclarado en el sentido de que Mujica no se refería a Vázquez, sino al mecanismo teórico de la reelección en general. "Yo nunca cambié de opinión" señaló ayer a LA REPUBLICA.

"Siempre dije que Vázquez es el mejor candidato aunque yo sea contrario a la reelección". Otros medios buscaron repercusiones a lo recogido en la entrevista del semanario a Mujica. El ministro Víctor Rossi al respecto había señalado la semana pasada a radio Carve que "nunca sé cuando (Mujica) dice una cosa o dice otra" referido a la intención que algunos integrantes del Ejecutivo tienen a que Vázquez sea eventualmente reelecto. Anoche, Mujica se contactó con la redacción de LA REPUBLICA y abundó en su postura. Recordó que desde el punto de vista "práctico" fue tal vez el "primero" que se manifestó a favor de la reelección de Tabaré Vázquez, por una cuestión de "conveniencia programática". "Pero en abstracto, no soy reeleccionista", agregó. "Esta sutileza no fue entendida, fue malinterpretada", puntualizó. "Estoy convencido que en el caso de Vázquez conviene la reelección, pero en abstracto no me gusta". "Es una cuestión táctica y la apoyo, pero se da en estas circunstancias, en este caso es la personalidad de Tabaré Vázquez, por eso me inclino por la reelección, para que el hombre pueda culminar este programa, pero en abstracto no me gusta".

sábado, 5 de enero de 2008

Farc asesinos



Encuentran cuerpos de seis secuestrados, asesinados por las Farc a garrote y luego degollados

El hallazgo fue realizado en una fosa común en Puerto Asís, Putumayo, donde fueron retenidos por las Farc en el 2006, según información del Ejército.

"Los secuestrados fueron llevados a la zona en agosto de 2006 por alias 'Benjamín', y luego asesinados el 2 de febrero de 2007 por orden de un jefe del frente 48 de las Farc", informo el general Javier Fernández, comandante del ejército en la zona, citando a un rebelde que desertó de las Farc."Encontramos, con los miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, que las víctimas estaban amarradas, amordazadas, y no tenían perforaciones de disparos", como lo había señalado el informante, anotó Fernández. Agregó que por ello "confirmamos la información de que habían sido asesinados a garrote y posteriormente degollados antes demeterlos a la fosa común donde fueron encontrados". El oficial dijo que se adelantan las investigaciones respectivas para tratar de identificar a las víctimas, mediante el cotejo de lasdenuncias sobre personas secuestradas en la zona durante el período señalado.
Bogotá
AFP

martes, 1 de enero de 2008

Uribe en Villavicencio


El impacable seminario de etica que dio Uribe en Villavicencio.
Escribe: Antonio Sanchez Garcia

¡Qué bueno y útil el implacable seminario de ética política que de parte de Álvaro Uribe están recibiendo Kirchner y adláteres en Villavicencio! ¡Qué importante y trascendente para el destino de América Latina que se desenmascare a los farsantes, fabuladores, demagogos y mentirosos que montaron esta insólita farsa “humanitaria”! Quiero ver a mi amigo Marco Aurelio García tapando el sol de la verdad con su meñique trotskista, para seguir sirviendo de mampara al contubernio de su jefe Lula da Silva con el castrismo, con el chavismo radical y con las fuerzas de las narcoguerrillas colombianas. En nombre de una revolución traicionada. Lo mismo que se puede pedir de todos los otros testigos de excepción de esta siniestro circo mediático, particularmente de Néstor Kirchner y su esposa.

Esta es la verdad: una inmensa, una incontrastable, una monumental mentira. Una mentira de orden político y moral montada hace 49 años en La Habana, preñada de víctimas y sacrificios, asesinatos y contubernios, intromisiones y descalabros políticos. Que le costaran a la desgraciada isla del Doctor Castro miles de muertos y más de un millón de desterrados, y otros tantos a Chile, a la Argentina, al Uruguay. Que le significara decenas de miles de muertos a Colombia y una guerra civil larvada que dura ya más de sesenta años. Y hundiera en la desgracia a varias generaciones de latinoamericanos en un medio siglo perdido, tirado a la basura, quemado inútilmente en la estúpida hoguera del castrismo.

Pablo Milanés se acaba de preguntar si ese medio siglo de sacrificios, de dolores, de pérdidas y llantos oceánicos ha tenido algún sentido. Hace décadas que tengo absolutamente en claro que no tuvo ninguno. Que se trató de una horrenda estafa ideológica, de una sangrienta farsa alimentada por los afanes demoníacos de un megalómano contumaz llamado Fidel Castro. Mezcla de fascista egocéntrico y narcisista delirante, de autócrata despótico e inescrupuloso, de tribuno enfebrecido e inmoral. Hoy caricaturizado por un tropero venezolano provisto de gigantescos recursos monetarios. Y más nada.

Esa gigantesca estafa comenzó hace medio siglo empujada por vientos de aparente grandeza. Contó con el respaldo de los mejores y más creativos espíritus de nuestro continente: novelistas, poetas, científicos, cantantes, músicos, actores, cineastas, periodistas y académicos. A poco andar mostró su naturaleza prostibularia y asesina. Y todavía hay quienes se niegan a ver su espantosa verdad. Es la izquierda mundial y su irresponsable progresía.

Hoy, su expresión más degradada se resiste a aceptar otros nombres que los de Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Marulanda y Rafael Correa. Otros, como los Kirchner y Lula da Silva o Tabaré Vázquez –parapetados tras la mampara de la izquierda democrática - debieran comenzar a mostrar sus distancias, so peligro de caer bajo la misma triste, patética y lamentable denominación. Pues o se desmarca radicalmente y en profundidad, o deberá pagar los platos rotos por tanta miseria. La historia ya los está juzgando. De ese juicio no los salvará nadie.

Aquí se vararon los sueños del socialismo. La verdad tiene su hora. En Venezuela esta noche entramos al Año Cero.