sábado, 15 de diciembre de 2007

“El País” de Madrid : Chávez y las FARC


Chavez: el amigo y socio del gobierno uruguayo.

El dominical del diario madrileño “El País” publica este domingo un escandaloso reportaje donde se relatan los nexos del Gobierno de Hugo Chávez con las FARC. En el reportaje se indica que Ingrid Betancourt podría ser liberada cuando Chávez quisiera y detalla los nexos del narcotráfico y de cómo la Guardia Nacional custodia los campamentos guerrilleros en Venezuela.

La guerrilla colombiana de las FARC ha encontrado su santuario en la Venezuela de Hugo Chávez. Cuatro desertores y varias fuentes de los servicios de inteligencia y diplomáticos detallan este domingo al diario “El País” la extensa y sistemática cooperación que determinadas autoridades venezolanas brindan a las FARC en sus operaciones de narcotráfico.

El reportaje completo, que puedes leer pulsando aquí, destaca, en palabras de un desertor, que “la guerrilla tiene un pacto de no agresión con los militares venezolanos. El Gobierno venezolano deja a las FARC operar libremente porque comparten el mismo pensamiento bolivariano, y también porque las FARC pagan sobornos a su gente”.

El reportaje del diario español se basa en los testimonios de “Rafael, que militó como guerrillero diez años, de los que tres estuvo en la cárcel, y con otros tres desertores de las FARC que se han entregado al Gobierno colombiano, acogidos por un programa de reinserción a la vida civil; también ha tenido acceso directo en Colombia y a diplomáticos y fuentes de alto nivel de los servicios de inteligencia y seguridad de varios países, individuos cuya peligrosa misión (por esto y en algunos casos por motivos políticos, insistieron en el anonimato antes de hablar con EL PAÍS) consiste en combatir el terrorismo y el narcotráfico internacional. Ambos objetivos confluyen en las FARC, más potente que cualquier cartel en el mercado global de la cocaína y calificada por la UE y EE UU como “organización terrorista”.


La conclusión a la que un diplomático europeo y todas las fuentes oficiales consultadas han llegado es que la complicidad es activa y constante a niveles operativos, en las zonas donde se despliega la actividad militar y narcotraficante; y más pasiva cuanto más alta la esfera del Gobierno venezolano, hasta llegar al presidente Chávez, al que ninguna fuente consultada -ni siquiera en el anonimato más extremo- acusa de complicidad directa con el gigantesco negocio del narcotráfico colombiano. Lo que a esos mismos medios les cuesta creer es que no esté enterado del grado de colusión que hay entre sus fuerzas armadas y los altos mandos de las FARC. También dudan de que no esté enterado del grado de involucración de las FARC en el tráfico de cocaína.


EL PAÍS, pese a sus numerosos intentos, no logró obtener -hasta el cierre la noche del jueves de esta edición- una reacción de las autoridades venezolanas a las declaraciones recogidas en este reportaje.


Un diplomático europeo con muchos años de experiencia en América Latina expresó algo parecido de otra manera. “El país bolivariano, socialista, antiimperialista ejemplar que pretende crear Chávez está en vías de convertirse en un Estado narco, del mismo modo que las FARC se han convertido en guerrilleros narcos. Chávez quizá no lo entienda, pero este fenómeno corroerá a su país como un cáncer”.


En cuanto al aspecto militar, o “terrorista”, de las FARC, lo que los desertores entrevistados sostienen es que las autoridades venezolanas no sólo dan protección armada al menos a cuatro campamentos guerrilleros fijos en su país, sino que también hacen la vista gorda a programas de enseñanza que operan dentro de los campamentos para la fabricación de bombas.


La colaboración se extiende supuestamente a la venta de armamento por las Fuerzas Armadas a las FARC; a proveer a miembros de la guerrilla con cédulas de identidad venezolanas, usando nombres falsos, y a los líderes de las FARC con pasaportes para que puedan viajar a Cuba y Europa; y a dejar que las FARC proporcionen entrenamiento militar a las Fuerzas Bolivarianas de Liberación. Las FBL, conocidas también como los boliches, son una guerrilla creada por el Gobierno de Chávez con el supuesto propósito de defender la patria en caso de invasión norteamericana.


La expresión internacional más visible del terrorismo de las FARC ha sido la práctica de secuestrar a individuos con fines económicos o políticos, como es el caso de la ex candidata a la presidencia colombiana Ingrid Betancourt.


Algunas de las fuentes de inteligencia con las que se entrevistó EL PAÍS afirman que tienen información sólida de que las FARC la retienen en territorio venezolano. Rafael, que dijo que estaba a punto de ser nombrado para un puesto de mando importante justo antes de desertar, sostuvo que a principios de año, y quizá después, Betancourt se encontraba en un pueblo fronterizo venezolano llamado Elorza, en el Estado de Apure, bajo la custodia de Germán Briceño Suárez, alias Grannobles, miembro del estado mayor de las FARC y jefe del Frente 10, en el que operaba Rafael. La lógica es que Elorza, donde Grannobles tiene una finca grande y lujosa protegida, según fuentes de inteligencia,por la Guardia Nacional y conocida por los guerrilleros de las FARC como Rancho Grande, está alejado del conflicto militar, lo que reduce las posibilidades de que muriese en un enfrentamiento, lo cual generaría un problema de imagen grave para las FARC, ya que Betancourt es también ciudadana francesa, y el presidente Nicolas Sarkozy se ha esforzado para lograr su liberación.


Según un testimonio recogido en el reportaje, si Chávez quisiera podría liberar a Ingrid mañana mismo:


Una lógica similar se extiende, según la fuente de inteligencia de más alto rango entrevistada por EL PAÍS, al tema de los secuestrados de las FARC. “Si Chávez quisiera, podría forzar la liberación de Betancourt mañana mismo, independientemente de si está en Venezuela o Colombia. Les dice a las FARC: ‘La entregan o se acaba el juego acá en Venezuela’. La dependencia que se han creado las FARC en Venezuela es de una dimensión tan enorme que no se podrían arriesgar a decirle que no”.


También se afirma que el contacto de Chávez con las FARC sería Iván Márquez, que fue recibido recientemente por Chávez en Miraflores:


El contacto de Chávez con las FARC, afirmaron las fuentes de inteligencia, se lleva a cabo a través de uno de los siete líderes máximos de las FARC, Iván Márquez, que también tiene una finca en Venezuela y que se comunica con el presidente a través de contactos con los altos mandos de los servicios de inteligencia venezolanos. Como explicó un desertor de las FARC que había ocupado un cargo propagandístico importante en la organización, “Las FARC comparten tres principios bolivarianos con Chávez: la unidad latinoamericana, la lucha antiimperialista y la soberanía nacional. Las coincidencias ideológicas llevan a la convergencia en el plano táctico“.
El reportaje de “El País” detalla los nexos a través de los cuales está asentado el negocios del narcotráfico, con la complicidad de las autoridades venezolanas:


“Se recibe la mercancía en la frontera, transportada en camiones”, explica Rafael. “Cuando llega el vehículo, la Guardia Nacional venezolana ya lo sabe de antemano, ya están sobornados para que cruce a Venezuela sin problemas. A veces nos dan una escolta. Entonces, yo y otros compañeros nos subimos o al mismo camión con el chófer, o en un carro particular que les acompaña. Hacemos el viaje, de unas 16 horas, hasta Puerto Cabello, sobre el mar al oeste de Caracas. Ahí entra el camión en una gran bodega controlada por venezolanos y gente de las FARC que se encarga de la seguridad. Efectivos de la Armada venezolana se encargan de los controles de aduanas y de la salida de los barcos. Tenían conocimiento de lo que estaba pasando y lo facilitaban todo”.


También revela como unidades de la GN “protegen ” a los campamentos guerrilleros:
Esta convergencia táctica entre las Fuerzas Armadas venezolanas y las FARC se extiende al terreno militar, al extremo de que hoy, según una fuente de inteligencia especialmente bien informada con la que habló EL PAÍS, la Guardia Nacional tiene retenes colocados alrededor de los campamentos guerrilleros. ¿Para qué? “Para darles protección, lo cual indica que hay conocimiento a muy alto nivel militar venezolano de la estrecha colaboración que tienen sus soldados con las FARC”.


Léa el reportaje completo del diario español pulsando aquí

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esos son los nuevos amigos de Uruguay, malandras terroristas. Ojala la gente se de cuenta pronto de toda esta basura en la que nos estan metiendo con estos socios delincuentes.

Anónimo dijo...

1-SIGAN ESCRIBIENDO DESDE EL AMTERIAL:TESTIMONIO DE UNA NACIÓN AGRDIDA,QUE AYUDA A VER MÁS CLARO,TODO.//DE LO CONTRARIO CIERTOS INTELECTUALISTAS DEL ASFALTO(GUBERNAMENTAL);VAN A CREAR NUEVOS PREJUICIOS A LAS NUEVAS GENERACIONES.//
2-/*RASR.//R.O.U.//SUDAMÉRICA.